En un tiempo
en que los grandes de la música vuelven a la escena discográfica actual con
aventuras tan dispares como esa banda sonora de Tom Yorke, la revisión
de temas clásicos al piano por parte de Rick Wakeman, los Rolling
Stones se marcan su antología del blues con un álbum o ese disco de
villancicos del gran Eric Clapton, el genio creativo de los extintos
Pink Floyd, Roger Waters publica su segunda incursión en la llamada
música sería como es la clásica.
El álbum se
publica por Sony Clásica, donde Roger
toma el llamado teatro de cámara de “Historia de un Soldado” de
Igor Stravinsky, rescribiendo el texto original y dejando la parte
musical a los miembros del Festival de Música de Cámara de Bridgehampton de
los Estados Unidos y el se adjudica la
parte narrativa interpretando el mismo los diversos roles de la obra en una
colorida y detallada interpretación.
Según el
compositor Pierre Boulez, “Historia de un Soldado”, era “el teatro
de la pobreza” porque fue producida con escasos medios debido a las
restricciones financieras de la época y con pocos instrumentos que podían ser
transportados en un solo vehículo.
Combinar a Roger
Waters con Stravinsky parece una idea extraña, pero Waters ya ha
trabajado con la llamada música culta en la opera Çaira de 205, además
la obra de Stravinsky, contiene dos temas que le son muy queridos: la
guerra y la codicia humana. Tanto su padre y abuelo, fallecieron ambos en las
dos contiendas mundiales y trata la codicia en los escollos del materialismo.
Al igual que
en la obra de Çaira, este álbum contiene pero menos efectos sonoros y
escondido entre los diálogos de Waters, escuchamos de nuevo esos cuervos de
Çaira y sacados de épica la “Echoes” de Pink Floyd. Este nuevo
trabajo de Waters, es para ser escuchado con auriculares y teniendo cerca el potenciómetro
del balance de volumen de nuestro equipo musical. En ocasiones, Waters casi nos susurra al
oído.
“The
Soldier´s Tale”
fue registrada en dos sesiones maratonianas (11 y 12 de diciembre 2014)
en la iglesia presbiteriana de Bridgehamton en el estado de Nueva
York y siendo mezclada, arreglada y masteriazada en diversos estudios como
en los emblemáticos Abbey Road y en los estudios de MG en
Madrid en mayo pasado coincidiendo con dos conciertos del artista en la
capital de España.
Roger Waters no solo
interpreta el libreto de Ramuz en la traducción al inglés de Michael FRanders y
Kitty Black; sino que la expande agregando diálogos y nuevos fragmentos de
narración. Waters actúa interpretando al soldado con un fuerte acento inglés y
al diablo con una inflexión alemana como en “The Pros and Cons…”. Agrega
diálogos cortos para los papeles del rey
y la reina, y deja cierta libertad de entonación y en algunos pasajes marca un
ritmo preciso de los fonemas.
Suprime la
frase clave de la obra: “Una felicidad es toda felicidad, dos es como si no
existiera”. La obra es una gran fanfarria de alteraciones corales con el
frágil equilibrio existente entre las partes narradas y musicales. Unas partes
musicales, que nos recuerdan muy mucho a la última obra de Frank Zappa
“The Yellow Shark” publicado unos días antes de su fallecimiento en diciembre
de 1993.
Los
cincuenta minutos de la obra de Stravinsky, Roger Waters la expande
hasta casi los ochenta minutos y es más que probable que esta ópera de cámara
se convierta en un audio libro y en una edición en doble vinilo.
PARA MI ES UNA MIERDA
ResponderEliminarEsto es malisimo no lo comprare.
ResponderEliminarGrande, Waters
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