En
1999, Roger Waters inició una gira
en solitario que combinaba canciones de su carrera en solitario con material de
álbumes icónicos en los que había trabajado cuando era la fuerza creativa de Pink Floyd en los 70, tales como “The
Dark Side Of The Moon”, “Animals”, “Wish You Were Here” y “The
Wall”. Habían pasado 12 años desde la última gira de Waters y no estaba
claro si el público acudiría en multitudes. Pero así fue, hasta el punto de que
Waters tuvo que tocar en recintos más grandes y prolongó la gira hasta 2002.
En
2006, Waters volvió a la carretera con un formato similar, pero esta vez dedicando la mitad del show a
interpretar íntegramente “The Dark Side Of The Moon”. “The Dark Side Of The Moon Live”
fue un proyecto más ambicioso que incluía hinchables gigantescos, proyecciones
de vídeo y sonido cuadrafónico. La gira tuvo un éxito espectacular y Waters
volvió a prolongarla en respuesta a la demanda.
Cuando
“The
Dark Side Of The Moon Live” concluyó en 2008, Waters empezó a pensar en
hacer otra gira de conciertos. “Laurie, mi mujer, me dijo: ‘Si sales de
gira, debería ser con The Wall.’ Y yo pensé: ‘Mmm… Complicado’”,
recuerda Waters. “Pero empecé a considerarlo en serio, lo comenté con unas cuantas
personas, vi que era factible y decidí hacerlo”.
Publicado
en 1979 en formato de LP doble, “The Wall” es un álbum conceptual
centrado en Pink, una estrella del rock que ha decidido aislarse y está al
borde de la locura. Waters escribió The Wall tras actuar en un concierto
en 1977 en Montreal, en el que, furioso, escupió a un fan alborotador que
quería subir al escenario. Horrorizado por su propia reacción, Waters creó una
historia centrada en su deseo de levantar una barrera física que lo aislase de
su público, o incluso del mundo entero. Las canciones representaban a Pink en
momentos clave de su vida, desde los primeros ladrillos de su muro emocional
hasta el dolor por la pérdida de su padre en la guerra. Para crear la vida del
personaje, Waters se inspiró en su propia experiencia, incluida la muerte de su
padre en la Segunda Guerra Mundial solo unos meses después del nacimiento de
Roger.
En
las tres décadas siguientes cambiaron muchas cosas, y Waters no podía imaginar
interpretar The Wall desde la perspectiva
de una estrella de rock infeliz. Quería enfocar The Wall como un ciudadano del mundo, disminuyendo el énfasis en
Pink y concentrándose en temas universales que forman parte de su historia. “Me
parecía que The Wall contenía un mensaje más amplio, un mensaje más ecuménico,
un mensaje más político, un mensaje más global, un mensaje más antiguerra”,
comenta Waters. “Y por todos esos motivos, pensé que tenía sentido salir de gira. Así
podríamos expresar esos temas de una manera que fuese más allá de lo que había
intentado expresar desde un punto de vista personal cuando compuse el álbum”.
La
gira de 1980–1981 dio a The Wall un
aspecto teatral sin precedentes con el uso de decorados, animación, utilería,
iluminación y efectos especiales. La pieza central del show era un muro de más
de nueve metros de altura de ladrillos de cartón construido en el escenario
durante cada concierto, y el grupo tocaba delante o detrás de él a medida que
avanzaba el espectáculo. El diseñador de decorados Mark Fisher y su compañero Jonathan
Park habían creado la arquitectura y el proceso de construcción del muro en
la gira original, y Fisher fue uno de los primeros en unirse al equipo de “The Wall Live”. En las primeras etapas
de la planificación, Waters consideró la idea de usar telones de gasa y
proyecciones. Contactó a Fisher, que fue directo y contundente. Tal y como
recuerda Waters: “Mark me dijo: ‘¡Tienes que construir un muro físico como hicimos en el
79!’ Me di cuenta de que tenía razón”. Juntos, empezaron a hacer cuentas
para determinar si era posible crear un show semejante.
Continuara?...
muy bueno José....RW
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