The Wall 2010 – 2013
El
proyecto “The Wall” comenzó en noviembre
de 2009. Al final, el equipo construyó un muro de ladrillos de cartón de
120 metros de ancho por 10 metros y medio de alto. El principal compañero
creativo de Waters en The Wall Live fue Sean Evans, un cineasta y artista
afincado en Nueva York que se ocupó de la dirección creativa y la animación de
la gira. Empezó a trabajar con Waters en 2005
y su colaboración se fortaleció cuando Evans creó las imágenes para The
Dark Side Of The Moon Live. Waters comenta: “Adoro a Sean. Llevamos ocho años
trabajando codo con codo. Es un joven muy listo y trabajador. Tiene muchas
habilidades que yo no tengo; es un fenómeno de la animación en 3D y la
tecnología digital. Y tal vez yo tenga alguna habilidad que a él le falta.
Formamos un equipo formidable”.
Waters
y Evans empezaron a trabajar en la historia visual de The Wall Live en el otoño de 2009. No se puede decir que empezasen
de cero. Waters había concebido The Wall
como un proyecto multifaceta, así que ya había borradores de imágenes y
elementos visuales relacionados con el álbum, la ambiciosa gira de 1980–81 y la
película de 1982 Pink Floyd The Wall, dirigida por Alan Parker, escrita por Waters y protagonizada por Bob Geldof. El ilustrador y
caricaturista político Gerald Scarfe
se basó en el arte del álbum, que incluía imágenes amenazadoras de martillos
andantes y caricaturas de personajes de las canciones, tales como la Madre, el
Profesor y la Novia/Esposa. Scarfe creó la animación para la gira y la
película. Durante los conciertos, sus dibujos y películas animadas se
proyectaban sobre una pantalla al fondo del escenario y, a veces, sobre el
muro.
En
The Wall Live, Waters y Evans
decidieron usar mucho más el muro como pantalla de proyección, por lo que
necesitaban más animación y otros elementos visuales que acompañasen a las
canciones. Era un proyecto ambicioso, y empezaron por hacer una lista de todas
las canciones en una pizarra, anotando ideas junto a ciertos títulos y signos
de interrogación junto a otros. Decidieron
enseguida que incluirían las animaciones de Scarfe en el siguiente espectáculo.
“La
animación de Gerry tiene mucha fuerza”, comenta Waters. “Sean
y yo buscábamos imágenes que encajasen con nuestra manera de contar la historia
en esta versión. Usamos los símbolos que había inventado Gerry, como los
martillos andantes, que representan la fuerza del totalitarismo y la autoridad
errante. En las producciones originales, esos símbolos ilustraban el descenso
del personaje a la alienación y el totalitarismo, es decir, a la locura. Como
todos los regímenes aislados y totalitarios son cosa de locos, esas imágenes
encajaban muy bien”.
“Fue
interesante porque tuvimos que volver a imaginar algo que ya formaba parte de
la historia del rock”, dice Evans. “La gira original y la película
dramatizaban la lucha interna de una estrella del rock en crisis. Este show no
cuenta esa historia. Queríamos reconsiderar el significado de la música para
enviar un mensaje antiguerra más político”.
The Wall ya no era
la historia de una persona; ahora era la historia de cualquier persona que
hubiera perdido a un ser querido en la guerra. Eso dio a Waters y a Evans una
idea simple pero muy fuerte para una proyección: una serie de fotografías de
personas fallecidas en la guerra. Pidieron ayuda a los seguidores de Waters,
explica Evans. “Decidimos poner un anuncio en el sitio web de Roger: si algún miembro
de tu familia, militar o civil, ha muerto en una guerra, envíanos su historia y
su foto y le rediremos homenaje en el concierto”. La gente respondió con
fotos e historias que databan de hasta el siglo XIX. El homenaje a los seres
queridos fallecidos acompañaría la segunda canción del concierto, The
Thin Ice, y se proyectaría durante el intermedio del concierto.
Una
de las nuevas animaciones más llamativas se creó para ilustrar Goodbye
Blue Sky. En la película de 1982, la animación estaba relacionada con
Londres durante los bombardeos, por lo que no era pertinente para la nueva
gira. La dificultad estaba en unir el estilo propio de The Wall con el contenido nuevo. Empezaron con la idea de
bombarderos siniestros sobrevolando, recuerda Evans. “Roger dijo:‘Si son bombarderos,
¿qué podrían arrojar? Arrojarán ideología’”. La carga de los
bombarderos se convirtió en imágenes que simbolizan las fuerzas inescapables de
la religión, la ideología política y el capitalismo.
El
plan inicial era delegar trabajo de animación a empresas externas, pero esa
idea no tardó en descartarse. En lugar de ello, Evans y un pequeño equipo se
ocuparon de toda la animación, lo que permitió a Waters y Evans refinar o
reconsiderar ideas sobre la marcha. Cada sección de las imágenes proyectadas se
ejecutó usando la herramienta más adecuada según el caso, ya fuese Cinema 4D
para los martillos andantes y las bombas-símbolo, o la extensión de las
animaciones de 1982 con pintura mate para que el tamaño encajase mejor en el
muro. El proceso entero duró unos nueve meses: desde enero de 2010 hasta más allá del comienzo de la gira, el 15 de septiembre de 2010.
Evans
había crecido escuchando el Pink Floyd
de la era de Waters, que era famoso por la ambición conceptual, la innovación
técnica y la belleza estética de sus conciertos. En The Wall Live, la excelencia técnica y estética se llevó aún más
allá, lo que alegró mucho a Evans. “Esta vez se trataba de Roger en solitario,
perfeccionando el estilo que había dado a los conciertos de Pink Floyd; ese
aire de misterio, convicción y extravagancia visual llenos de significado”. Aunque
el tema no se había tratado de manera formal durante la creación de la gira,
Waters siempre tuvo claro que quería filmar el evento. “Estoy seguro de que tanto Sean
como yo habíamos pensado en filmar los conciertos”, comenta. “Solo
era cuestión de concretar los detalles”.
Interesante, lástima la primera parte no pueda leerse porque el fondo negro tapa el contenido.
ResponderEliminarRevisad eso. Un saludo